Nos hemos dado cuenta que al revisar los santos del calendario, faltan nombres de personas importantes, como son: SorPresa, la monja presa; SorOlla, la monja cocinera; SorBete, la monja que siempre se va; SorDa, la monja que todo lo da... por ello hemos decidido enviarle una carta al Papa para que beatifique a estas personas y ponga sus santos en el calendario.
Papa Francisco I:
Yo quisiera comentarte un tema. Me he dado cuenta de que en el
calendario indica debajo de cada día, su santo y quería hacerle
saber que he conocido a una monjita muy santa: Sorolla. Olla, hija de
Goya y de Toya hizo cosas maravillosas. Ella de pequeñita no se
cansaba de escuchar la historia del “Caballo de Troya” y ya de
mayor decidió organizar una obra de teatro benéfica y su título
era “El caballo del bebé Troya”. De joven se dedicaba a vender
joyas y darlos los beneficios a una ONG. Tiene una ampolla en el pie
izquierdo, lo cual le hizo ir en silla de ruedas.
Actualmente SorOlla trabaja entre ollas como cocinera en el colegio
las Carmelitas en Castellón.
Quisiera que les pusieras el día 2 de mayo que fue el día que
sufrió una operación por su ampolla infectada.
Atentamente,
Maria Catalán
Querido Papa,
Sorpresa nació en 1949. Nació presa en la prisión de Alcatraz al
lado de la isla Fresa. A los 19 años se fue a Inglaterra y se hizo
inglesa.
Luego conoció a la condesa danesa. Después construyó una mesa que
pesa una tonelada y tenía una amiga llamada Vanesa. Aunque le encanta
la hamburguesa, no puede tomarla porque sino la meten presa, y
gracias a que no está presa, ahora es una monja de la iglesia, sin
mesa. Por eso quiero que tenga santo.
(Adrian Reverte)
Querido Papa Francisco:
Le escribo esta carta porque deseo que beatifiques a la monja Sor
Presa. Ahora le cuento por qué:
La pobre desde que nació tuvo una vida muy complicada. Nació en
1850 en la cárcel, ya que a su madre, la condesa que besa, la habían
encarcelado hacía dos meses por faltarle el respeto al rey.
En cuanto nació se la quitaron y la enviaron a un orfanato.
Allí creció y empezó a cultivar fresas y frambuesas ya que le
encantaban, igual que la hamburguesa con mayonesa.
A los 18 años descubrió que quería ser monja pero la instructora
del orfanato no le dejaba salir, así que ella decidió escaparse a
una iglesia que había a poco tiempo del orfanato. Al llegar a la
iglesia se lo explicó al cura y entonces el cura le dejó quedarse.
Ese mismo año nació un niño al que llamaron Mario, pero no tenía
piernas. Ella lo cuidó, era un chico muy animado y simpático.
Cuando Mario cumplió cinco años se desanimó mucho, ya que no podía
jugar con los demás niños. Sor Presa le ayudó, le enseñó juegos
que sabía, a cultivar fresas y frambuesas... Mario se animó y a
partir de ahí vivió super feliz.
Yo sólo porque ayudó a Mario para que no viviera marginado y triste
toda la vida, la beatificaría, es la heroína de mi abuelo. Sí Papa,
Mario es mi abuelo y lo quiero muchísimo. Él me explicó esta
historia y también me ha enseñado a cultivar fresas y frambuesas, y
muchos juegos con silla de ruedas.
Se lo pido por favor, Sor Presa se lo merece.
Un abrazo,
Montse
Querido Papa:
Soy una alumna de 5ºA de primaria del colegio Vicent Artero. Te
escribo esta carta para que un día del año pongas a SorPresa, su
santo en el calendario. Le cuento su historia.
SorPresa nació en 1920 en un pueblo llamado Oropesa. Su madre tenía
una empresa de hamburguesas. Toda su infancia estudió en el convento
de Villesa. Rodeada de una monja española, otra francesa y una
inglesa aprendió a hablar idiomas. SorPresa era un poco traviesa y
le gustaban las fresas. Cuando se hizo mayor estudió la carrera de
idiomas y viajó por todo el mundo ayudando a las personas más
necesitadas. La conoce todo el mundo y la quisieron por ser tan buena
persona. Toda su fortuna o riqueza se la dio a los más pobres.
Murió en 2013 rodeada de todos sus familiares y amigos y como
homenaje quería que pusieras un día del año su nombre para
celebrar ese día su santo.
Se despide de usted una alumna de quinto de primaria.
Un saludo,
Neus
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