El encantador se fue corriendo tras ellos, los cogió, y los encerró en una jaula junto a las serpientes. Luego cogió las serpientes y las encantó, igual que a los dragones, para que vigilaran a Jorge y a Natalia, y mientras, él se fue a por comida.
A Jorge se le ocurrió tirarles a las serpientes una tableta de chocolate para despistarlas y así consiguieron escapar rápidamente de la cueva.
Cuando ya estaban alejados vieron al encantador que volvía, pero se escondieron para que no los viera. Por fin llegaron a la ciudad y la madre de Jorge les hizo chocolate. Finalmente llamaron a la policia y detuvieron al encantador.
Y colorín colorado, esta historia se ha terminado.
Autores de este artículo: Martina Garcia Bayo y Maria Perarie Monfort
Curso: 4º
Centro: CEIP Don Blasco de Alagón
Localidad: Vilafranca
Provincia: Castellón
País: ESPAÑA
Tutor/a: Vanesa Marín Palomo
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